20 de agosto de 2025
Queridos hermanos:
Este año celebramos el aniversario de nuestro nacimiento a la luz del Jubileo de la Esperanza, una Esperanza que lleva el nombre de Jesús. Ciento once años de gracia, durante los cuales el Divino Maestro ha actuado de diversas maneras en nuestra historia y en el camino de la Familia Paulina, con la certeza de que aquello que inició en la vida del Beato Santiago Alberione desea continuarlo con cada uno de nosotros.
El Jubileo de los misioneros digitales y de los influencers católicos, así como el Jubileo de los jóvenes, que acaban de concluir, nos ayudan a reconocer cuánto hay de genuino y de grande en nuestra vida paulina cuando es vivida como don. El papa León XIV recordaba a los jóvenes que no estamos hechos «para una vida donde todo es firme y seguro, sino para una existencia que se regenera constantemente en el don, en el amor». Nuestra vida encuentra caminos nuevos, se regenera y crece en calidad cuando se vive como un don para nuestros interlocutores, incluso aquellos que habitan la red.
Son muchos los años que nos separan de aquel 20 de agosto de 1914, y sin embargo, la presencia de Cristo en nuestra vida nos impulsa a aventurarnos con Él en contextos nuevos, a menudo inexplorados, como verdaderos “artesanos de comunión”. «No se trata simplemente de generar contenido —repetía el papa León XIV a los jóvenes—, sino de crear un encuentro entre corazones», de construir nuevas relaciones, de fomentar el compartir gratuito, de sanar la soledad...
En este día tan importante, confiamos nuestra misión a María Reina de los Apóstoles y pedimos al Beato Santiago Alberione la docilidad al Espíritu para ser Pablo vivo hoy.
Fraternalmente,
Padre Domenico Soliman
Superior general