P. José Antonio Atucha.
Queridos amigos, en el mes de junio, celebramos cuatro grandes solemnidades: Pentecostés, Santísima Trinidad, Corpus Christi y el día del Sagrado Corazón de Jesús.
Si nos preguntáramos ¿cómo debe hoy ser un cristiano? La respuesta es una sola: según su corazón. Cristo ha sido, es y será nuestro modelo y ejemplo eminente a seguir. Todos los santos nos invitan a poner a Jesús en el centro de nuestra vida, tomarlo como amigo, maestro, hermano y salvador.
Por eso, la Solemnidad del Sagrado Corazón puede ser una buena oportunidad de volver a “mirarlo a él”, y entrar en una mayor intimidad y profundidad espiritual con Cristo. Quizá hoy es el momento oportuno de dar ese “gran paso”, dejar atrás una vida espiritual tibia y sin mayores compromisos y consecuencias, por una opción de vida que nos una más y más a Jesús, al punto de poder decir con San Pablo: “Para mí la vida es Cristo…” (Flp 1, 21).
Destaquemos dos aspectos de la espiritualidad del Sagrado Corazón: “Me amó y se entregó por mí”. (Gál 2, 20). En efecto, san Juan nos dice que “Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19). Sobre esta profunda y consoladora verdad se fundamenta la espiritualidad cristiana: somos entrañablemente amados por Dios, porque “su amor ha sido derramado en nuestros corazones” (Rom 5, 5). Descubrir y gozarnos en el amor personal de Cristo por mí, es la fuerza que necesitamos para vivir día a día la conversión y la entrega generosa por el Reino de los Cielos, porque solo en el Señor “Encontraremos descanso en nuestras vidas”. (Mt 11, 28-30).
El cansancio, el stress y el desánimo, son tropiezos en el seguimiento de Jesús. El Señor, conoce nuestra profunda debilidad, por ello nos ofrece su costado abierto para encontrar paz, consuelo y fuerza. No nos asustemos de lo pequeños e inconstantes que somos, más bien, acojamos la invitación del Maestro y, con humildad, dejemos que él nos consuele y renueve nuestras fuerzas.
Al concluir esta reflexión, les propongo la lectura de la encíclica del Papa Francisco: “Dilexit Nos”. Ella nos ofrece todo un profundo y actual camino de pedagogía espiritual. Sería bueno que en estos días reflexionáramos en familia y como comunidad cristiana.
Con el afecto de siempre.
4 comentarios
Estar en el corazón de Jesús es estar en la Plenitud de nuestra vida Cristiana. Gracias por tu servicio pastoral, padre Atucha.
Qué alegría !! reflejada en una sonrisa que me costó sacarla de mi cara al ver tan hermoso escrito y reflexión de mi querido párroco padre José Antonio Atucha
Yo amo a nuestro sagrado corazón El es mi fortaleza y fidelidad a siempre estar disponible para servir
A nada le temo, porque SE QUE ÉL SEÑOR está conmigo. Si verdaderamente seguimos su camino, nos daremos cuenta que JESUS siempre estará a nuestro lado.
Este mes nos regala importantes celebraciones que reafirman y animan nuestra fe y seguimiento del Señor.
Darle un verdadero sentido a cada una de ellas nos llevara a vivir mejor el set discipulos misioneros del Maestro.