En un testimonio vivo de fe y amor profundo, la Arquidiócesis de La Serena celebró con alegría y devoción la solemnidad de Pentecostés, fiesta que conmemora la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y marca el nacimiento de la Iglesia. Las comunidades parroquiales de las cuatro Vicarías —La Serena, Coquimbo, Elqui y Limarí— se reunieron para vivir esta celebración con entusiasmo y renovado compromiso cristiano.
En la Catedral Metropolitana de La Serena, la Eucaristía fue presidida por el arzobispo René Rebolledo Salinas, quien en su homilía destacó la belleza de la fe católica y la importancia del Espíritu Santo: “¡Qué hermosa es nuestra fe! Qué bonito este modo en que vamos viviendo los acontecimientos más grandes de nuestra fe católica. [...] Debemos manifestar gran gratitud al Señor, especialmente por nuestro bautismo y por nuestra confirmación. Y en nuestra vida recibimos el don del Espíritu Santo cada vez que lo invocamos y lo pedimos al Padre y al Hijo”, señaló el pastor arquidiocesano, invitando a vivir y dar testimonio como los apóstoles de que Cristo está vivo y presente entre nosotros.
También en la Vicaría de La Serena, la parroquia “Nuestra Señora de Lourdes” vivió la festividad con gran emotividad. Jóvenes de la Pastoral Juvenil Kerygma animaron la liturgia con una danza alusiva a la llegada del Espíritu Santo, acompañados por la banda RUAH, cuya música elevó el espíritu de los presentes. En tanto, en la parroquia “San Juan Evangelista”, el vicario parroquial Pbro. Marcelo Tomasevic presidió la Misa, donde se presentaron los jóvenes de catequesis de confirmación de la capilla “Sagrado Corazón de Jesús” del pueblo de Islón y de la sede parroquial. La hermana Rina Hernández, Asesora Vicarial de Catequesis, hizo un llamado a acompañar a los jóvenes y motivarlos a continuar su camino de fe formando una Pastoral Juvenil activa en la parroquia.
En la Vicaría de Coquimbo, los fieles se congregaron en el Santuario de “Nuestra Señora del Rosario” de Andacollo, donde el P. Pedro Rojas presidió la celebración. Uno de los momentos más significativos fue cuando, con velas encendidas en mano, los asistentes representaron la llegada del Espíritu Santo en un gesto de profunda fe y unidad. Por su parte, en la parroquia “San Juan Bautista”, el recién asumido párroco, Pbro. Osvaldo Briceño Heredia, celebró la Eucaristía y entregó a cada comunidad una ficha de trabajo pastoral para proyectar juntos el caminar de la parroquia.
La Vicaría del Limarí vivió una jornada especial en la parroquia “El Divino Salvador” de Ovalle con la Primera Fiesta de los 7 Dones de Pentecostés, dirigida a los niños y niñas de Catequesis Familiar. La iniciativa, que tuvo formato de feria con siete stands temáticos, permitió a los más pequeños conocer de forma lúdica y espiritual los dones del Espíritu Santo. El obispo auxiliar, Enrique Balzan, acompañó la actividad, compartiendo con entusiasmo y cercanía con las familias, concluyendo con una lectura del relato bíblico de Pentecostés que explicó de forma interactiva a los niños.
También en esta vicaría, más de 80 jóvenes de las parroquias de Sotaquí y Recoleta participaron en la Vigilia de Pentecostés Juvenil, realizada en la parroquia “San Francisco de Asís” de Recoleta. Reflexiones, juegos y dinámicas marcaron una noche fraterna, que culminó con la celebración de la Eucaristía presidida por los párrocos P. Juan Alvarado Elgueta y P. José Antonio López.
Por su parte, la Vicaría de Elqui vivió con intensidad esta solemnidad. En la parroquia “Inmaculada Concepción” de Vicuña, se realizó la tradicional Vigilia de Pentecostés animada por los agentes pastorales Sebastián Tapia, Roxana Rodríguez y la Hna. Olga Pavés, quienes guiaron una noche de oración, dinámicas y encuentro comunitario. Mientras que en la parroquia “Inmaculada Concepción” de Paihuano, el Pbro. Oliver Pastén presidió la Misa de Pentecostés, en la que resaltó la importancia de caminar como cristianos guiados por los dones del Espíritu Santo.
Una vez más, la Arquidiócesis de La Serena dio muestra del fervor y compromiso de sus comunidades, celebrando el Espíritu que anima, fortalece y guía a la Iglesia en su misión de anunciar el Evangelio con alegría.