Con motivo de la IX Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el próximo domingo 16 de noviembre de 2025, el Papa León XIV ha hecho público hoy su mensaje titulado «Tú, Señor, eres mi esperanza», inspirado en el Salmo 71.
En un texto profundamente espiritual y social, el Santo Padre invita a mirar a los pobres como testigos privilegiados de una esperanza auténtica y firme, lejos de los falsos consuelos del poder y la riqueza. “El pobre puede convertirse en testigo de una esperanza fuerte y fiable precisamente porque la profesa en una condición de vida precaria”, subraya el Pontífice.
El Papa denuncia con fuerza que la pobreza más grave es no conocer a Dios, recordando las palabras del Papa Francisco en Evangelii Gaudium, y señala que la caridad no es una opción sino una responsabilidad social, aludiendo al deber de transformar las estructuras injustas que perpetúan la marginación.
El mensaje también adquiere una dimensión jubilar, en el contexto del Año Santo en curso. León XIV destaca que los pobres no son objeto de asistencia pasiva, sino sujetos activos que desafían y enriquecen la vida de la Iglesia. “La Jornada Mundial de los Pobres quiere recordar a nuestras comunidades que los pobres están en el centro de toda la acción pastoral”, afirma.
Llamando a la acción concreta, el Papa alienta a impulsar políticas eficaces y estructuras sociales que garanticen el acceso universal a derechos básicos como el trabajo, la salud, la vivienda y la educación. En palabras de san Agustín, citadas en el mensaje, “ayudar al pobre es una cuestión de justicia, antes que de caridad”.
El Santo Padre concluye su mensaje encomendando a todos a la Virgen María, Consuelo de los afligidos, y anima a entonar un canto de esperanza: «En ti, Señor, confié, no me veré defraudado para siempre».
La Iglesia universal se prepara así a vivir esta Jornada como una expresión concreta del Evangelio encarnado entre los últimos, una llamada urgente a vivir la fe desde el servicio, la justicia y la esperanza.