SOBICAIN BIBLE CENTER • See more

FOLLOW US ON OUR WHATSAPP CHANNEL • See more

WHO WE ARE • See more

Rerum Novarum, the social encyclical of Leo XIII

El amanecer y el atardecer de la vida

El amanecer y el atardecer de la vida

Chile San Pablo |

Bruno estaba a punto de salir para encontrarse con Segundo y seguir con la hermosa tarea de “La vida en palabras simples”.

Delfina le dice: “quiero que me acompañes, pero, solo de observador…”. Llegaron al Centro infantil “La familia”. En la entrada estaba Ana, Rosa, Sonia y Consuelo. Ingresaron y fueron a la oficina de Alberto, el administrador, quien las esperaba en un pequeño salón, con unas galletas, café o té.

Delfina: “Queremos darle a nuestra vida, una siembra de gratitud por lo que el Dios de la Vida nos ha regalado y nos sigue regalando”.

Alberto:  Aquí vienen muchas personas, con entusiasmo, para ayudar. Luego de un tiempo se van… les quiero preguntar, ¿cuál es su motivación para orientarlas?”.

Delfina: “Amar a mi prójimo y sobre todo a los más vulnerables”.

Alberto: “Si el amor es el motor, vamos por la misma senda. Aquí trabajamos con niños que se encuentran en situación de riesgo o vulnerabilidad social, les brindamos un ambiente seguro y protector a niños que no pueden vivir con sus padres, ya sea por abandono o maltrato. Buscamos ofrecerles cuidados, cariño, educación y apoyo para su desarrollo integral, ayudándolos a construir un futuro mejor, considerando la adopción como posibilidad”.

Delfina dice: “Nos gustaría traer una propuesta concreta, le adelanto que nuestro compromiso será por año”.

Alberto sonrió y, con un abrazo de sinceridad, se despidieron.

 Delfina: “Ser mamá otra vez…”.

Mira a Bruno y le dice: “Ahora puedes dar tu opinión desde tu mirada”.

Bruno: “Tres variables para abordar: físico, psicológico y social. Sugiero el Psicológico, estabilidad emocional, razonamiento asertivo, habilidades y vínculos. La salud mental tiene características propias, un logro, una sonrisa”.

Después de tomarse un helado, las amigas partieron al Hogar del adulto mayor: “Un día nuevo”. Entraron al hogar y percibieron un ambiente silencioso, los esperaba la encargada Georgina, junto a un hermoso jardín y una sala de juegos. Todos se sentaron incluyendo a Bruno el observador.

Ana: “Gracias por recibirnos. Como ésta es nuestra segunda reunión, queremos personalizar nuestro apoyo y viendo que el interés de las personas ha ido creciendo, proponemos que cada uno, con sus talentos, pueda enriquecer la calidad de vida, de los que aquí viven”.

Rosa: “Vengo llegando de Okinawa, Japón después de varios meses. Afortunadamente, pude compartir con adultos mayores y de las muchas cosas que aprendí, quiero destacar dos que podrían servir en nuestro servicio acá: la primera, Moai: circulo de apoyo social; el segundo, Ikigai: Sentido de propósito”.

Georgina: “Me gusta su mirada, su entusiasmo, espero que sean constantes. Agregar que el nombre del hogar ‘Un día nuevo’ tiene relación con su propuesta, ya que la tercera edad, tiene la mirada del ayer que va limitando la conducta del hoy. Nuestra identidad es un nuevo día para aprender, un nuevo día para disfrutar, un nuevo día para querer, un nuevo día para desarrollar talentos innatos y nuevos. Porque la edad no es el obstáculo, sino la actitud. Los temas se fueron dando, con sus fortaleza y debilidades. Este hogar tenía 50 personas, el 80 % autovalente, algunos eran visitados esporádicamente y otros abandonados de su red familiar… los menos llegaron solos, por diversos motivos”.

Terminada la reunión, se anotaron los acuerdos. Las propuestas y, en el café de don Nano, terminaron la jornada. Antes de irse, Delfina le pregunta a Bruno su opinión. Bruno dice: “Las variables están claras en ambos proyectos, si el motor es el amor al prójimo vulnerable, que los vínculos se realicen en servicio de igualdad, sin poder, con experiencia de vida, con valoración y motivación”.

Delfina: “Amigas, ahora no tocaremos puertas, tocaremos corazones que esperan latir con la fuerza del Dios de la Vida. Los favorecidos con este sueño nos serán solo ellos, sino también nosotras, porque haremos familia, y cada día será un nuevo día. Bruno has sido un buen observador: no contaminaste la escena y como premio paga la cuenta, ja, ja, ja…”.  

Risas espontáneas: que se repita la ronda.

Leave a comment

Please note: comments must be approved before they are published.