Renaico, ciudad pequeña pero muy atractiva y turística, y nudo central de comunicaciones viales y ferroviarias al resto del país, es la puerta norte de la Araucanía. Un grupo de jovencitas, que inician sus vacaciones de verano, están esperando la combinación ferroviaria para seguir viaje hasta Los Sauces, donde tendrán otra larga parada para tomar la combinación ferroviaria a Lebu, con la que podrán alcanzar su destino, Purén.
Ante el largo “plantón” de espera, las jovencitas deciden acortar el tiempo conversando o disfrutando del paisaje, recreándose durante esas casi cuatro horas estivales que deben pasar en el lugar. Se sientan en cómodos escaños de madera y hierro en la Plaza de Armas de la localidad, y les parece muy atractivo el próximo balneario en el río Renaico, ya que es un día bastante caluroso. Conversan sobre la historia de la Araucanía Norte y de varios otros aspectos. Y una de ellas, Zaida Boisier Cofré, expone algo que ella estima muy interesante.
-Primitas, el año pasado viajé a Purén en las vacaciones de invierno y desde la casa de la abuelita Crescencia visitamos a una gran familia en Boyonco Alto. Allí fuimos recibidas por la familia Nova Garcés, entre las cuales existe un docente de nombre Jaime Nova Garcés. Y, bueno, Dios permita que algún día dirija un gran establecimiento educacional en nuestra comuna o el DAEM. En esa ocasión abordamos una realidad que hoy nos afecta. ¿Desean escuchar lo que tengo grabado? Lo que nos dio a saber se enfocó ante una pregunta que me tomé la libertad de hacerle.
-¡Con el mayor agrado, primita!- responde a nombre de las restantes, Sarita Ewerth. Y la bella Zaida Boisier les dice:
-Pues, escuchen y vean porque tengo ello en mi video-grabadora y todo en voz alta. Observen la pantalla.
Zaida enciende su grabadora y reproduce la entrevista.
Los orígenes familiares
-Profesor, antes de comenzar, ¿puede darnos a saber de dónde proviene su familia?
-¡Gracias por la pregunta! Cuando uno viaja a otro país, y aunque la vida le sea muy grata, nada supera el orgulloso de ser chileno. Lo mismo ocurre con Purén y muy especialmente cuando recuerda lo que nuestros padres dan a saber sobre los antepasados. Y, para dar a conocer sobre mis mayores, le hablaré brevemente de uno de ellos: don Calendario Nova Poblete. Él era natural de Lebu, nacido en 1890, y su esposa era Jerónima Quezada Espinoza, natural de Quirihue y nacida en 1902. Los padres de ambos eran colonos chilenos llegados en 1894 a la Araucanía. Empecemos por este último matrimonio, pues ellos contaban que sus padres se habían establecido en Lebu: el nombre del progenitor era Cirilio Nova, casado con Virginia Poblete. Don Cirilio Nova, abuelo de mi padre, a los 15 años perteneció a la Brigada de Lebu y en 1879 marchó a la Guerra del Pacífico. Allá, en el norte, él participó en varias acciones, destacando como disciplinado y valiente e, incluso, mostraba las cicatrices recibidas en el campo de batalla. Herido en la batalla de Chorrillos, regresó a Chile pero no se licenció, y ya recuperado de su salud fue enviado a Angol, siendo parte de la tropa que entró en Purén siendo todos soldados veteranos. Fue parte de aquellos que vinieron en socorro a nuestro pueblo en la acción bélica del 5 de noviembre de 1881. Finalizadas las acciones de guerra en la Araucanía, al ser derrotados los seguidores del lonko Quilapán, mi ancestro regresó a Angol y fue licenciado, volviendo a Lebu con el tristemente célebre pago de Chile. Allí se casó con su amor de juventud, que lo esperó durante la guerra y, como él había quedado maravillado de Purén, decidió ir a establecerse allí.
Purén en tiempos de guerra
-Mis ancestros conversaban que ese abuelito decía que no es fácil formarse hoy una imagen de lo que ocurría en el Purén de aquella época, y ello porque antes de iniciarse la Guerra con Perú y Bolivia, las autoridades políticas de ese entonces deseaban dar a saber a América y al mundo que nuestro país se sentía “hermano americano”. Y para ello se limitó el número de soldados y de la armada. Mi antepasado guardaba en su hogar ciertos documentos, como uno que reflejaba la distribución del Ejército por Guarniciones en 1877. Y en ese cuadro se podía observar que la Guarnición de militares de Línea de Purén era solamente de 38 soldados a cargo de un subteniente. Y en paralelo a ello, la localidad tenía su Batallón Cívico Movilizado Lautaro. Entones, se dio esta baja de números de militares porque Quilapán había fallecido, lo que dio paso a un periodo de relativa tranquilidad. Y, como bien sabemos que para aquella época los políticos chilenos querían demostrar al mundo que “éramos hermanitos americanos y un país sumamente amante de la paz”, llegando a restringir los fondos para las Fuerzas Armadas, por lo que se redujo el número de soldados y casi se eliminó la Reserva o Guardia Nacional, formada por los Cuerpos Cívicos. Purén no hizo caso a ello y mantuvo su destacamento de Cívicos, pero casi sin armas y vestuario.
Por el hecho de ser pureninos, los voluntarios del Cuerpo Cívicos sentían que su vida era una consagración al servicio y fue un destacamento cuyas aptitudes se desarrollaron en alto grado. Esta dotación Cívica de Purén estaba formada por mestizos españoles o criollos, e indígenas araucanos gnache locales, ambos inseparables por tres siglos de lucha que los endureció. De estas fuerzas, su principal rasgo era la caballería y zapadores, destacándose en efectividad en la región. Ahora, esta fuerza militar llamada los "zapadores" en el Ejército de Chile son ingenieros militares, soldados con experiencia, cuyas misiones incluyen la construcción de infraestructuras, la superación de obstáculos, la apertura de vías de acceso y la realización de trabajos de desminado. Su origen se remonta al Regimiento Zapadores, dotación establecida en Purén, creado en 1877.
-Cuando se genera la Guerra contra Perú y Bolivia, en 1879, los hijos de esta tierra indómita llevaban dentro de si un valor destacado en el resto del país, y que pronto se iba a demostrar en toda su magnitud: los hombres que formaban el destacamento habían sido fogueados y endurecidos en las luchas de Arauco, lo que venía por generaciones tras generaciones, contando con una experiencia y perfil bélico preparado para enfrentar a cualquier adversario. Y en Purén esto se iba a demostrar en el crítico periodo de la Guerra del Pacífico, especialmente en el año 1881.
Acciones militares en Purén y la Araucanía
-Ese año, el abuelo de mi padre fue parte de las tropas chilenas que acudieron desde Angol a apoyar a Purén, en lo que fue el llamado “Último Asalto y Destrucción del actual Purén”, un cruento hecho de armas ocurrido el 5 de noviembre de 1881, un día antes de la llegada del destacamento. Mis antepasados conversan aún que el jefe militar en Purén, Gregorio Urrutia, estuvo en este pueblo en una situación casi accidental, porque el día 30 de octubre este jefe militar chileno recorría la Araucanía, estando solo de paso en Purén, porque venía pasando revista a los contingentes militares y, bueno, se encontró en nuestra dotación, estaban en absoluto riesgo todos.
-La realidad del asalto a Purén le impidió al comandante Urrutia movilizarse a otro lugar, y debió hacer frente al asalto. Él era el Comandante de Armas en la Araucanía, y fue la razón por la cual esta ciudad no olvida su nombre. El 16 de marzo de ese año, este oficial, mientras luchaba en la Guerra del Pacífico, fue nombrado jefe del Estado Mayor del Ejército del Sur, y dos meses más tarde recibe la orden de marchar y estar en terreno, llegando el 16 de mayo, durante las operaciones que se realizaban en la Araucanía. Y acá asumió como Comandante en Jefe Interino del mismo ejército, para luego ser nombrado, por un periodo de tres años, Intendente del departamento de Angol. Entonces, al asumir la enorme responsabilidad de su cargo viajó a Traiguén, y ahí se informó de la crítica situación de la zona, por lo que pasó a tomar diversas medidas, como el aprovisionamiento de los cuarteles y el establecimiento de conductas para el trato con los indígenas. Y en estas actividades es que se encuentra en el Purén Indómito, ese 5 de noviembre de 1881.
-Mi ancestro participó luego con este comandante en acciones sobre la Araucanía, en un estado de guerra activísimo. Más, previamente, desde Collipulli, Urrutia había organizado y establecido una división y, luego, en la ribera sur del río Traiguén, hubo ordenado la construcción del fuerte Victoria. Con este fuerte creyó haber cerrado la única puerta de comunicación que les quedaba a las parcialidades araucanas wenteches o arribanas y sus aliados, enemigas irreconciliables contra el grupo araucano gnache y criollos o mestizos, por ser los nuestros patriotas. También estableció los fuertes de Curacautín, Nupangue y Ñielol. Luego, en la última etapa de su labor militar en la Araucanía, marchó sobre Purén, llegando el 1 de noviembre y, tras los hechos del día 5, procedió con mano de hierro a combatir a los indígenas de las parcialidades sublevadas, en un operativo militar que duró doce días. Y en estas acciones bélicas perecieron casi todos los lonkos rebeldes que se habían refugiado en la cadena cordillerana del Cerro Ñielol, centro y guarida de la resistencia de los seguidores del fallecido Quilapán.
-Mi antepasado recordaba que él fue parte de las acciones tan sangrientas en la Araucanía Norte, época en la que se derramó mucho heroísmo en el campo del honor por parte de los nuestros. Por ejemplo, recordaba que en ese día 5 de noviembre, lucharon voluntariamente desde niños de 14 años hasta ancianos, y siempre destacó el valor y heroísmo de sesenta mujeres.
-Queridas visitas: me siento muy honrado de aportar algo para descorrer el velo del olvido sobre parte de nuestra historia. Lo que les he dado a saber es lo que nuestros mayores en sus conversaciones nos transmitían acerca de lo ocurrido en aquellos tiempos, y que ratifica, a su vez, lo que nos conversaban otros veteranos de guerra, pues existe mucho para conversar sobre este tema, más en otra ocasión hablaremos de ello.
-¡Gracias, profesor! Mi abuelita siempre nos conversa de usted y de su familia. Ella es una admiradora por lo que usted habla sobre la historia de nuestra Patria, especialmente de la Araucanía. Y, además, ella, se refiere a sus ancestros que fueron héroes de la Guerra del Pacífico.