Por René Rebolledo Salinas, arzobispo de La Serena
Este domingo 5 de octubre, primero del mes y 27° del Tiempo Ordinario, es de gran importancia. Ante todo, miramos a la centralidad del domingo, Día del Señor. Al alba del primer día de la semana resucitó Cristo, el Hijo de Dios, nuestro Salvador. Él convoca a la comunidad -domingo tras domingo- a escuchar su Palabra, participar de su Cuerpo y Sangre, como a alimentarse del testimonio mutuo de los convocados, también ellos verdadero Cuerpo del Señor.
Junto al acontecimiento central del domingo -la Resurrección del Señor- la comunidad cristiana tiene presente algunas acentuaciones pastorales significativas. Ante todo, octubre Mes de la Familia y de las Personas Mayores. Se inició el pasado miércoles 1, en la memoria de Santa Teresa del Niño Jesús, en las cuatro Vicarías -La Serena, Coquimbo, Elqui y Limarí-. El área Pastoral Social Caritas de la Arquidiócesis, por medio de la Comisión Pastoral Familia y Personas Mayores, presentó un nutrido programa que llevará a efecto en estas semanas. Un gran y significativo aporte es el Mensaje del Santo Padre León XIV para la 5ª Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores que se celebra el cuarto domingo de julio -este año el 27- sobre el tema: «Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza» (cf. Si 14,2).
La comunidad tiene presente también que el martes 7 se celebra a Nuestra Señora del Rosario, en la arquidiócesis con grado de solemnidad, festividad que se adelanta anualmente al primer domingo de octubre. Este año, el Consejo Pastoral Parroquial de Andacollo, escogió como lema de la Fiesta Chic: “Madre de Andacollo, en nuestro peregrinar, renueva cada día nuestra esperanza”. Son miles y miles las personas que suben a Andacollo, a un encuentro con el Señor Jesús y con su santa Madre, la Chinita de Andacollo, la Virgen de la Montaña. Las numerosas expresiones de fe de los peregrinos y devotos, e integrantes de los bailes religiosos, como también de los anderos, guardias de honor y otras organizaciones eclesiales y civiles, alientan a todos en este camino de fe. A la Virgen santa nos confiamos, junto a nuestras queridas familias. A Ella presentamos las iniciativas pastorales de octubre, que puedan ser vividas en comunión, espíritu sinodal y corresponsablemente, a fin de que a todos nos ayuden a profesar con convicción nuestra fe, vivirla con fervor y acrecentarla junto a nuestro Señor y a su santa Madre.
La Palabra del Señor de este domingo en boca de Lucas 17, 3-10 está mediada por la petición de los apóstoles: “Auméntanos la fe” (v 5). Varias son las enseñanzas del Señor en su respuesta: “Si tuvieran fe como una semilla de mostaza, dirían a esta morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y les obedecería” (v 6). Luego, la de un hombre que ha trabajado todo el día y regresa del campo, tendrá aún que preparar de comer y servir a su amo. Concluye con su enseñanza el Señor: “Así también ustedes: cuando hayan hecho todo lo mandado, digan: Somos simples sirvientes, solamente hemos cumplido nuestro deber” (v 10).
Ante Dios, la familia y la comunidad estamos llamados a presentarnos con humildad y sencillez, como simples servidores. El Señor que nos ama retribuirá el empeño, entrega y esfuerzos. Nos unimos en este día a la súplica de los apóstoles: “Auméntanos la fe”, también para acoger la enseñanza del Señor y buscar concretarla en nuestra vida.